En las aguas cristalinas que rodean las Seychelles fueron testigos de un regreso extraordinario: el de las ballenas azules. Hacía décadas que los gigantes del océano no se veían en la zona, lo que marcó un hito esperanzador en su larga y ardua lucha por la recuperación.

Un descubrimiento fenomenal marca un hito en la recuperación de la especie más grande del planeta.

La presencia de estas criaturas de 200 toneladas, representa un espectáculo natural impresionante y una señal positiva del estado de salud de los ecosistemas marinos en la región.

En el pasado, la región era un punto de escala frecuente para los balleneros soviéticos en su camino hacia la Antártida. Entre 1963 y 1966, las ballenas azules sufrieron una intensa caza en la zona, lo que llevó a la captura y muerte de un gran número de ejemplares.

Las Seychelles, archipiélago ubicado en el Océano Índico frente a la costa este de África, no siempre fue un refugio seguro para las ballenas azules.

El reciente avistamiento es el resultado de un estudio acústico de dos años llevado a cabo por una asociación de cuatro universidades. Durante este período, se realizaron cinco avistamientos distintos de grupos de hasta 10 animales. El análisis de imágenes tomadas durante el estudio reveló que ninguna de las ballenas avistadas coincidía con registros previos en bases de datos. Esto sugiere que los ejemplares podrían ser parte de una población "nunca antes vista", lo que resalta la importancia de continuar con los esfuerzos de conservación.

el futuro pinta esperanzador

Afortunadamente, la implementación de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas en 1973 puso fin a la caza comercial. Esta medida ha permitido que la especie inicie un lento pero constante proceso de recuperación. Esto nos recuerda la importancia de la protección de los ecosistemas marinos para garantizar la supervivencia de estas criaturas y del equilibrio del planeta.

También te puede interesar: 5 actividades positivas y enriquecedoras para disfrutar en casa.